24 abril 2011

El Principito

Ayer fue el día del libro, qué mejor momento para leer el famoso cuento de niños para adultos de Saint-Exupéry.


Un piloto de avión se ha estrellado en el desierto y mientras intenta arreglar su máquina, conoce al Principito, único habitante de un asteroide muy lejano a la Tierra. El carácter tan puro del protagonista choca de lleno con la sociedad actual, transmitiendo un gran mensaje de amor y generosidad y que en escasas noventa páginas se desmiga en fragmentos memorables de la literatura.

Como dato más que curioso, descubrí también que Saint-Exupéry, había sido dado por muerto en 1944, cuando pilotaba su avioneta, pero nunca se encontró el cuerpo, ni restos del aparato. Quién sabe si desapareció más allá de la atmósfera para ir en busca de su querido Principito.


...Si dices a las personas mayores: “He visto una hermosa casa de ladrillos rojos con geranios en las ventanas y palomas en el tejado...”, no acertarán a imaginarse la casa. En cambio si les dices: “He visto una casa de cien mil francos”. Entonces exclamarán: “¡Qué hermosa es!”...



–No partas –respondió el rey, que estaba muy orgulloso de tener un súbdito–. ¡No partas, te hago ministro!

–¿Ministro de qué?

–De... ¡de justicia!

–¡Pero no hay a quién juzgar! (...)

–Te juzgarás a ti mismo, le respondió el rey. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo es que eres un verdadero sabio.



...Hubiese sido mejor venir a la misma hora –dijo el zorro–. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad!...


...Era un mercader de píldoras que aplacaban la sed. Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
–¿Por qué vendes eso? –dijo el principito.
–Es una gran economía de tiempo –dijo el mercader–. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
–Y, ¿qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
–Se hace lo que se quiere...
“Yo, se dijo el principito, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría suavemente hacia una fuente...”



5 comentarios:

  1. Este libro lo leo al menos una vez por año desde que tenía 6 años, casi siempre por Navidad. Totalmente recomendable, y ahora con tu entrada del blog me dan ganas de adelantarme y no esperar hasta diciembre para leerlo otra vez. =)

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  2. Este libro ,sin lugar a dudas es uno de mis preferidos.
    gracias por traerlo hasta aquí.
    Un abrazo.

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  3. Siempre sin palabras con este librito...
    xoxo

    http://meandmylifestyle.blogspot.com/

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  4. Solo lo he leido una vez pero totalmente recomendado es un estupendo libro que me
    encanto. un saludo

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  5. Un libro maravilloso, imprescindible por su combinación de poesía y lección vital. Un clásico para todas las edades que debería ser obligatorio en todas las escuelas. Ya de paso, os invito a visitar mi laberinto: www.laberintodeficciones.blogspot.com. Espero que os guste

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